Y con ZP, llego el escándalo. Dejemos una cosa clara, ZP y su gobierno es parte responsable de la actual crisis, pero no el único culpable. Esta crisis se origina con el gobierno Aznar, y con su ministro Rajoy, y explota con el gobierno ZP, que no sabe, no quiere, o no puede impedirla. Comprobemos su recorrido:
José Luis Rodríguez-Zapatero llega al gobierno como una brisa fresca. Sus logros, poco evidentes ahora pero que la historia pondrá en su lugar, son importantes: nunca antes en este país las libertades y las mejoras sociales, la cobertura a los necesitados y la liberación de colectivos fue tan importante. Su política social es ejemplar, con el matrimonio libre para todos los ciudadanos, la cobertura social, la protección de la mujer…algunas medidas podrían ser mejores, pero son logros importantes para el estado del bienestar. En política exterior ha intentado recuperar cierta dignidad y perder la sumisión insultante a Estados Unidos de su predecesor, pero no ha tenido la importancia para los españoles necesaria, y siempre es difícil la diplomacia, cuyas normas escapan al común de los mortales.
Hay un único lunar en su gobierno, un lunar que se ha convertido en un agujero negro y que nos ha absorbido a todos. El gobierno ZP heredo la locomotora embalada de la economía española, con la construcción ardiendo en la caldera e impulsando la nave hacia el desastre, y no hizo nada. Dejo que el sistema colapsara, y cuando colapso, no tuvo respuesta. Creyó en la política neoliberal del mercado y sus leyes, y no paro el consumismo salvaje. Pensó quizás que no iba a ser tan grave, o que la solidez del sistema seria suficiente, pero el colapso del sistema financiero lo dejo KO.
Una vez colapsado, simplemente el señor ZP ha dejado que Europa, la Europa liberal dictara las normas del rescate económicos a los grandes bancos, que en lugar de navegar con intereses naufragaban en impagados y acumulaban bienes raíces. Una vez salvados los bancos, y asfixiados los ciudadanos, dejo que las mismas instituciones y colectivos privados que con sus ideas de libre mercado crearon la crisis, mandaran sobre las decisiones de la recuperación. Las mismas opiniones que pedían la no intervención del estado en el mercado, y que no duraron en pedir su auxilio económico para salvarse a ellas mismas, ahora acusaron al estado de malgastador. Una deuda que se genero para salvarlas a ellas además, en un acto de cinismo e hipocresía. Y ZP, al igual que el resto de gobiernos mundiales, no se planto. Acepto la nueva injerencia del mercado y busco gastar menos. Y recorto donde menos se tenia que recortar, en I+D, en el futuro. E intento hacer funcionar la maquina de nuevo con la construcción, la obra publica. Pero el gran elefante caído tardara en levantar. Y mientras solo puede cargar a los de siempre. Por que una cosa, mande quien mande, nunca cambiara: la Unión Europea te da mas de lo que recibe de España, si te obligan a rebajar gastos, y lo cargas en los pobres y asalariados, estos protestaran, por que les apretaras mucho en su estilo de vida. Pero si les cargas ese mismo sacrificio a los ricos y propietarios, al capital, a los responsables de la crisis, ellos ni se inmutaran. Primero por que no será un gran gasto para ellos, simplemente tendrán menos beneficios, el mercado no les castiga si pierden, solo si ganan menos; y segundo, por que simplemente apretaran a su subordinado. Esa es la fuerza de la economía capitalista. Por eso entre muchas otras cosas, ZP es culpable de la crisis.
dijous, 30 de desembre del 2010
dimarts, 21 de desembre del 2010
La crisis II.
En 1996, José María Aznar y el PP alcanzaron por fin el gobierno. Fue la primera vez desde la segunda republica y la CEDA que la derecha gobernaba en España de forma democrática.
El objetivo del gobierno de Aznar en coalición con los nacionalistas vascos y catalanes fue la convergencia económica con la unión europea. Para logarlo, iniciaron una política liberalizadora de servicios públicos y privatización, además de el estimulo del sector de la construcción y el sector servicios. Como medida liberalizaron el mercado laboral con la irrupción de las empresas de trabajo temporal y sus contratos precarios. España cumplió con los criterios definidos y consiguió equipararse a las potencias Europeas económicamente. La entrada en el euro supuso un impulso importante para la economía española. El empresariado aprovecho para, de acuerdo con el gobierno, equiparar los precios de todos los productos con el nivel europeo, una barra de pan costaba mucho mas en Francia que en España argumentaban. Si bien esto era cierto, esa subida no se dio en los sueldos de los trabajadores, en aras de no perder la competitividad apusieron, los trabajadores españoles tenían que ganar menos que sus colegas europeos.
En el año 2000, el Partido Popular consiguió otro hito, y José María Aznar gano las elecciones con mayoría absoluta, no necesitando ya el apoyo de los nacionalistas, fue la explosión de su autoritarismo.
Por que con su mayoría absoluta, la verdadera cara del añorado por algunos Aznar salio a la luz. Exploto al máximo nivel la construcción hasta crear una burbuja que si bien nos convirtió en la 3ª potencia económica del mundo, y permitió a Aznar poder cumplir con su ego y codearse con los primero ministros más poderosos, genero una semilla que no tardaría en explotar, la burbuja inmobiliaria. Utilizo un sector importante de la industria, un seguro que servia para situaciones de crisis, y al ver que generaba beneficios, lo exploto al máximo, para así convertirse en una economía mundial, con cimientos de ladrillo y cemento. Redujo las inversiones en nuevas tecnologías, propicio que la sociedad española, siguiendo con sus tesis neoliberales, consumiera por encima de sus posibilidades. Todo el mundo quería una pantalla plana, un móvil, un BMW, una semana en el caribe… y te daban préstamos si no podías pagarlo. Los sueldos, pobres en comparación con Europa, se hipotecaban en su totalidad con intereses, se compraban segundas viviendas, se creaban negocios basados en el sector servicios sustentados en la clase trabajadora…todo con un solo cimiento, el poder de la construcción. ¿Y como Vivian esas personas se preguntaran? Con las horas extras, por que no se utilizaba esta productividad para generar mas empleo estable, si no para generar horas extras. El trabajador estaba explotado, pero feliz, tenía pan y tenía circo.
Además, desastres como el Prestige, la guerra de Irak, la foto de Las Azores, el caos de Doñana, la corrupción sin consecuencias, el avión subcontratado en el que murieron militares españoles, nuestros hombres, y que no fueron ni identificados como merecían… todo bajo el nepotismo del gobierno Aznar. Incluso dentro de su pseudo divinismo se salto todas las leyes democráticas para designar ¡un sucesor! Y mintió. El mismo hombre que sufrió en sus carnes un atentado de ETA, que no dudo en intentar pactar con ellos su final, y que tras la ruptura de las negociaciones, dolido, se convirtió en azote de los terroristas, y también de los nacionalistas, y de todo aquello que no estaba acorde con su idea de España, con el 11-M y en vísperas de las elecciones, mintió para beneficiar a sus partidarios, olvidándose del dolor de los españoles y de su dignidad como gobernante. Sin duda el peor gobernante de España, que no vio en las urnas como salía derrotado. El resultado, la victoria de José Luis Rodríguez-Zapatero y la vuelta al poder del PSOE. Corría el año 2004.
Continuará…
El objetivo del gobierno de Aznar en coalición con los nacionalistas vascos y catalanes fue la convergencia económica con la unión europea. Para logarlo, iniciaron una política liberalizadora de servicios públicos y privatización, además de el estimulo del sector de la construcción y el sector servicios. Como medida liberalizaron el mercado laboral con la irrupción de las empresas de trabajo temporal y sus contratos precarios. España cumplió con los criterios definidos y consiguió equipararse a las potencias Europeas económicamente. La entrada en el euro supuso un impulso importante para la economía española. El empresariado aprovecho para, de acuerdo con el gobierno, equiparar los precios de todos los productos con el nivel europeo, una barra de pan costaba mucho mas en Francia que en España argumentaban. Si bien esto era cierto, esa subida no se dio en los sueldos de los trabajadores, en aras de no perder la competitividad apusieron, los trabajadores españoles tenían que ganar menos que sus colegas europeos.
En el año 2000, el Partido Popular consiguió otro hito, y José María Aznar gano las elecciones con mayoría absoluta, no necesitando ya el apoyo de los nacionalistas, fue la explosión de su autoritarismo.
Por que con su mayoría absoluta, la verdadera cara del añorado por algunos Aznar salio a la luz. Exploto al máximo nivel la construcción hasta crear una burbuja que si bien nos convirtió en la 3ª potencia económica del mundo, y permitió a Aznar poder cumplir con su ego y codearse con los primero ministros más poderosos, genero una semilla que no tardaría en explotar, la burbuja inmobiliaria. Utilizo un sector importante de la industria, un seguro que servia para situaciones de crisis, y al ver que generaba beneficios, lo exploto al máximo, para así convertirse en una economía mundial, con cimientos de ladrillo y cemento. Redujo las inversiones en nuevas tecnologías, propicio que la sociedad española, siguiendo con sus tesis neoliberales, consumiera por encima de sus posibilidades. Todo el mundo quería una pantalla plana, un móvil, un BMW, una semana en el caribe… y te daban préstamos si no podías pagarlo. Los sueldos, pobres en comparación con Europa, se hipotecaban en su totalidad con intereses, se compraban segundas viviendas, se creaban negocios basados en el sector servicios sustentados en la clase trabajadora…todo con un solo cimiento, el poder de la construcción. ¿Y como Vivian esas personas se preguntaran? Con las horas extras, por que no se utilizaba esta productividad para generar mas empleo estable, si no para generar horas extras. El trabajador estaba explotado, pero feliz, tenía pan y tenía circo.
Además, desastres como el Prestige, la guerra de Irak, la foto de Las Azores, el caos de Doñana, la corrupción sin consecuencias, el avión subcontratado en el que murieron militares españoles, nuestros hombres, y que no fueron ni identificados como merecían… todo bajo el nepotismo del gobierno Aznar. Incluso dentro de su pseudo divinismo se salto todas las leyes democráticas para designar ¡un sucesor! Y mintió. El mismo hombre que sufrió en sus carnes un atentado de ETA, que no dudo en intentar pactar con ellos su final, y que tras la ruptura de las negociaciones, dolido, se convirtió en azote de los terroristas, y también de los nacionalistas, y de todo aquello que no estaba acorde con su idea de España, con el 11-M y en vísperas de las elecciones, mintió para beneficiar a sus partidarios, olvidándose del dolor de los españoles y de su dignidad como gobernante. Sin duda el peor gobernante de España, que no vio en las urnas como salía derrotado. El resultado, la victoria de José Luis Rodríguez-Zapatero y la vuelta al poder del PSOE. Corría el año 2004.
Continuará…
diumenge, 19 de desembre del 2010
La crisis I.
En la primera mitad de los años 90, España sufrió la resaca del enorme gasto, tanto económico como social, que había significado superar su atraso. Este atraso, provocado por una dictadura que primero no supo, y después no quiso modernizar el país, puesto que esto habría significado perder sus cotas de poder, acumuladas a base de sangre, traición y fuego.
Esto cambio con el gobierno de Felipe González a partir de 1982, cuando se modernizo el país. Se generaron nuevos modelos de trabajo jamás antes conocidos por una sociedad anclada en la religión y el provincialismo, alejada en ocasiones del brillo y reconocimiento que si tienen sus miembros a nivel individual, sobretodo en el extranjero, casos históricos fueron Picasso, Dalí... Con la entrada en la OTAN y la CEE, antecesora de la UE, además el país recogió los frutos de la solidaridad europea en subvenciones a fondo perdido, los conocidos Fondos de Cohesión. Gracias a estas ayudas de los estados ricos de la UE a los países nuevos en su seno, modernizamos el país, las comunicaciones, la industria, la agricultura, la educación… para igualarnos así a nuestros vecinos y generar una base sólida que nos hiciera autónomos económicamente y sustentar así el Estado del Bienestar.
El momento de mayor esplendor de esta modernización, asombro de todo occidente se vivió en el año 1992, con los juegos olímpicos de Barcelona, la exposición universal de Sevilla, la capitalidad cultural europea de Madrid, el AVE…España se mostró al mundo como un país moderno, vivo, con ilusión y enorme potencial.
Con el año 93 y los siguientes, llegaron las vacas flacas. El gobierno socialista se vio sometido a la constante crítica por sus casos de corrupción, terrorismo de estado o las fugas. Unos casos sonados y conocidos por todos (GAL, Caso Guerra, Roldan…) en gran parte por la guerra mediática que supuso, algo nunca vivido en un país demasiado acostumbrado a la falta de libertad.. Es la corrupción algo que podría asociarse al español por historia, por valores, y por ingenuidad. Esto no quita que se debieran sufrir las consecuencias de o bien generar este mal, o bien de tolerarlo por omisión o incapacidad.
El gobierno socialista, muy atacado mantuvo la mayoría parlamentaria, pero perdió la absoluta. Por primera vez desde los tiempos de la Segunda Republica, el gobierno nacional recayó también en fuerzas nacionalistas, pertenecientes a la democracia cristiana europea (la derecha menos radical), el PNV y CiU. Con este, a priori gobierno antinatural entre un partido mayoritario de izquierdas, el PSOE, y las dos fuerzas nacionalistas de derechas, se generaron una serie de medidas importantes. Un bloque de decisiones que, uniendo los dos puntos de vista gestaron las bases para una recuperación económica, que como toda buena recuperación, requería su tiempo. Se identificaron algunos de los problemas que la sociedad española tenia dentro de si, como eran la baja capacitación de su clase trabajadora, la excesiva importancia del sector primario en el contexto de la Unión Europea… y se hizo lo posible para iniciar su superación. Además, se necesito buscar un catalizador que permitiera a la sociedad recuperar el pulso capitalista y así, generar crecimiento/consumismo. Este catalizador, el medio para conseguir la riqueza, escogido como solución temporal, fue la construcción.
No obstante, las reformas necesitaban tiempo, y aun así se mostraban insuficientes para los gurús económicos que defendían que el mercado, como verdad absoluta, es autosuficiente, se regula por si solo y siempre crece. La unión europea requería aun mas mejoras para llegar a la gran panacea universal, el mercado común y el EURO. Tras las elecciones anticipadas del año 1996, se produjo la alternancia democrática, y el Partido Popular consiguió la mayoría de representantes en el congreso. No dudo en aliarse con aquellos que antes critico por su apoyo al gobierno socialista, dentro del juego democrático, los nacionalistas catalanes y vascos. Empezaba el tiempo de José María Aznar.
Continuará…
Esto cambio con el gobierno de Felipe González a partir de 1982, cuando se modernizo el país. Se generaron nuevos modelos de trabajo jamás antes conocidos por una sociedad anclada en la religión y el provincialismo, alejada en ocasiones del brillo y reconocimiento que si tienen sus miembros a nivel individual, sobretodo en el extranjero, casos históricos fueron Picasso, Dalí... Con la entrada en la OTAN y la CEE, antecesora de la UE, además el país recogió los frutos de la solidaridad europea en subvenciones a fondo perdido, los conocidos Fondos de Cohesión. Gracias a estas ayudas de los estados ricos de la UE a los países nuevos en su seno, modernizamos el país, las comunicaciones, la industria, la agricultura, la educación… para igualarnos así a nuestros vecinos y generar una base sólida que nos hiciera autónomos económicamente y sustentar así el Estado del Bienestar.
El momento de mayor esplendor de esta modernización, asombro de todo occidente se vivió en el año 1992, con los juegos olímpicos de Barcelona, la exposición universal de Sevilla, la capitalidad cultural europea de Madrid, el AVE…España se mostró al mundo como un país moderno, vivo, con ilusión y enorme potencial.
Con el año 93 y los siguientes, llegaron las vacas flacas. El gobierno socialista se vio sometido a la constante crítica por sus casos de corrupción, terrorismo de estado o las fugas. Unos casos sonados y conocidos por todos (GAL, Caso Guerra, Roldan…) en gran parte por la guerra mediática que supuso, algo nunca vivido en un país demasiado acostumbrado a la falta de libertad.. Es la corrupción algo que podría asociarse al español por historia, por valores, y por ingenuidad. Esto no quita que se debieran sufrir las consecuencias de o bien generar este mal, o bien de tolerarlo por omisión o incapacidad.
El gobierno socialista, muy atacado mantuvo la mayoría parlamentaria, pero perdió la absoluta. Por primera vez desde los tiempos de la Segunda Republica, el gobierno nacional recayó también en fuerzas nacionalistas, pertenecientes a la democracia cristiana europea (la derecha menos radical), el PNV y CiU. Con este, a priori gobierno antinatural entre un partido mayoritario de izquierdas, el PSOE, y las dos fuerzas nacionalistas de derechas, se generaron una serie de medidas importantes. Un bloque de decisiones que, uniendo los dos puntos de vista gestaron las bases para una recuperación económica, que como toda buena recuperación, requería su tiempo. Se identificaron algunos de los problemas que la sociedad española tenia dentro de si, como eran la baja capacitación de su clase trabajadora, la excesiva importancia del sector primario en el contexto de la Unión Europea… y se hizo lo posible para iniciar su superación. Además, se necesito buscar un catalizador que permitiera a la sociedad recuperar el pulso capitalista y así, generar crecimiento/consumismo. Este catalizador, el medio para conseguir la riqueza, escogido como solución temporal, fue la construcción.
No obstante, las reformas necesitaban tiempo, y aun así se mostraban insuficientes para los gurús económicos que defendían que el mercado, como verdad absoluta, es autosuficiente, se regula por si solo y siempre crece. La unión europea requería aun mas mejoras para llegar a la gran panacea universal, el mercado común y el EURO. Tras las elecciones anticipadas del año 1996, se produjo la alternancia democrática, y el Partido Popular consiguió la mayoría de representantes en el congreso. No dudo en aliarse con aquellos que antes critico por su apoyo al gobierno socialista, dentro del juego democrático, los nacionalistas catalanes y vascos. Empezaba el tiempo de José María Aznar.
Continuará…
dijous, 9 de desembre del 2010
Una verdad sobre el nacionalismo.
Mañana, 10 de diciembre de 2010 se hace entrega del premio Nobel a un autor curioso. Un intelectual de los de antes, aunque con ideas que no comparto en su totalidad, Mario Vargas Llosa. Con una juventud de izquierdas, su periplo personal le llevo a defender posiciones liberales en la madurez, el tiempo le hizo conservador cuando fue progresista. Incluso en su caminar por la vida, resultando un ejemplo de ciudadanía activa que todos deberíamos plantearnos alguna vez, opto a la presidencia de su país, siendo derrotado en las urnas.
Mucho se podría discutir sobre los preceptos que guían la concesión de un Nobel. Ilustres escritores, dignos de admiración y que pasaran a la historia han sido galardonados con el titulo, pero no podemos olvidar que muchos de los ganadores nunca hicieron los meritos necesarios para la inmortalidad que debería premiar dicho galardón. Por el contrario, autores inmortales como Proust, Borges, Tolstoi, Joyce, Kafka, Valle-Inclán... nunca tendrán el reconocimiento de la academia, pero tampoco lo necesitaran.
Muchas veces hay intelectuales que no son afines a nuestras ideas. Descartamos sus escritos, palabras e ideas directamente por ser unos fachas, o por ser unos rojos, o unos verdes… es una mala acción. Lo correcto, lo inteligente, es conocer el pensamiento de todos y saber extraer de sus ideas aquello que es opinión, de aquello que son hechos o realidades.
Una de las afirmaciones que realizo en su discruso de aceptación me llamo la atención, por su agudeza y por su viveza. Sin anestesias, hay que decir que tiene razón. Otras partes de su discurso podrán compartirse o no, sin duda dependiendo de factores ideológicos o económicos. Pero si por encima de todo valoramos al ser humano en su esencia y universalidad, no podemos sino compartirla. Como bien dice, el nacionalismo es la causa de algunos de los mayores males de la humanidad, de los conflictos más crueles que se han vivido en el siglo XX. El nacionalismo podrá presentarse de las formas más dulces y seductoras, pero en el fondo no es más que la defensa de la primacía de unos pocos sobre los demás por cuestiones de raza, nacimiento o cualquier invento de la ingeniosa mente humana. Además, sirve para enmascarar muchas de las barbaridades que el ser humano hace a sus semejantes, y es pernicioso. Cualquier nacionalismo parte de una premisa, es excluyente, excluye a una parte de la humanidad por una serie de causas, e intenta beneficiar a otra. Con frases como “que ha sido la causa de las peores carnicerías de la historia”, “las patrias no son las banderas ni los himnos, sino un puñado de personas y lugares que pueblan nuestros recuerdos”, “Ojala que los nacionalismos, plaga incurable del mundo moderno y también en España, no estropeen esta historia feliz” solo hace que advertir, desde su experiencia y conocimiento, sobre una realidad que nos rodea, secuestra y engaña para desgracia nuestra.
Pero me quedo con esta definición exacta de lo que es el nacionalismo, la cual comparto desde mis ideales de izquierdas, tan ajenos al señor Vargas Llosa como lo son del nacionalismo, se vista como se quiera vestir este: “nacionalismo, ideología -o, más bien, religión- provinciana, de corto vuelo, excluyente, que recorta el horizonte intelectual y disimula en su seno prejuicios étnicos y racistas, pues convierte en valor supremo, en privilegio moral y ontológico, la circunstancia fortuita del lugar de nacimiento”.
Mucho se podría discutir sobre los preceptos que guían la concesión de un Nobel. Ilustres escritores, dignos de admiración y que pasaran a la historia han sido galardonados con el titulo, pero no podemos olvidar que muchos de los ganadores nunca hicieron los meritos necesarios para la inmortalidad que debería premiar dicho galardón. Por el contrario, autores inmortales como Proust, Borges, Tolstoi, Joyce, Kafka, Valle-Inclán... nunca tendrán el reconocimiento de la academia, pero tampoco lo necesitaran.
Muchas veces hay intelectuales que no son afines a nuestras ideas. Descartamos sus escritos, palabras e ideas directamente por ser unos fachas, o por ser unos rojos, o unos verdes… es una mala acción. Lo correcto, lo inteligente, es conocer el pensamiento de todos y saber extraer de sus ideas aquello que es opinión, de aquello que son hechos o realidades.
Una de las afirmaciones que realizo en su discruso de aceptación me llamo la atención, por su agudeza y por su viveza. Sin anestesias, hay que decir que tiene razón. Otras partes de su discurso podrán compartirse o no, sin duda dependiendo de factores ideológicos o económicos. Pero si por encima de todo valoramos al ser humano en su esencia y universalidad, no podemos sino compartirla. Como bien dice, el nacionalismo es la causa de algunos de los mayores males de la humanidad, de los conflictos más crueles que se han vivido en el siglo XX. El nacionalismo podrá presentarse de las formas más dulces y seductoras, pero en el fondo no es más que la defensa de la primacía de unos pocos sobre los demás por cuestiones de raza, nacimiento o cualquier invento de la ingeniosa mente humana. Además, sirve para enmascarar muchas de las barbaridades que el ser humano hace a sus semejantes, y es pernicioso. Cualquier nacionalismo parte de una premisa, es excluyente, excluye a una parte de la humanidad por una serie de causas, e intenta beneficiar a otra. Con frases como “que ha sido la causa de las peores carnicerías de la historia”, “las patrias no son las banderas ni los himnos, sino un puñado de personas y lugares que pueblan nuestros recuerdos”, “Ojala que los nacionalismos, plaga incurable del mundo moderno y también en España, no estropeen esta historia feliz” solo hace que advertir, desde su experiencia y conocimiento, sobre una realidad que nos rodea, secuestra y engaña para desgracia nuestra.
Pero me quedo con esta definición exacta de lo que es el nacionalismo, la cual comparto desde mis ideales de izquierdas, tan ajenos al señor Vargas Llosa como lo son del nacionalismo, se vista como se quiera vestir este: “nacionalismo, ideología -o, más bien, religión- provinciana, de corto vuelo, excluyente, que recorta el horizonte intelectual y disimula en su seno prejuicios étnicos y racistas, pues convierte en valor supremo, en privilegio moral y ontológico, la circunstancia fortuita del lugar de nacimiento”.
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