dimecres, 31 d’agost del 2011

Esta muy bien ir de moderno, pero es aún mejor serlo.

En estos nuevos tiempos que corren, donde Internet acapara una gran parte de las comunicaciones entre las personas, acelerándolas y llevándolas a un ritmo que otrora parecía insostenible, el ir de moderno y ser moderno pueden parecer lo mismo, pero no deben confundirse.
Esta muy bien comunicar vía red social, a pesar que no deja de ser una empresa, las actividades que, por ejemplo, piensa realizar un ayuntamiento o cualquier tipo de organización cívica. Es un sistema rápido y que permite a todos aquellos que tengan acceso a la red el estar informados. No entrare en las discusiones sociológicas y filosóficas que defienden que si bien la sociedad actual tiene el mejor acceso a la información de la historia, es la sociedad más desinformada que ha existido nunca.
El motivo de esta entrada, que me parece más que digno, es criticar la política informativa de algunas organizaciones cívicas y gubernamentales que sostienen que anunciando una cosa vía Facebook o Twitter, ambas redes sociales y ambas empresas privadas, esta comunicado. Tal vez en determinados colectivos sociales, y seria muy discutible, el acceso a la red sea mayoritario. Pero para la mayoría de la población se trata de algo extraño y misterioso, del cual no se conoce ni como acceder ni cuales son los códigos de funcionamiento. Una organización cívica, bien sea privada o aun mas publica, debe tener como primer fundamento que sus informaciones lleguen no a la mayoría de la población, si no al cien por cien de la misma. Y de momento, salvo que me equivoque, ni es Internet un canal de comunicación mayoritario, y mucho menos las redes sociales, ni toda la población tiene acceso a la misma. Así pues, deberían, por obligación ética y por un correcto desempeño de sus funciones, mantener los canales habituales de información: bandos, carteles, revistas, flyers y también por supuesto páginas Web y redes sociales.
Más escarnio me produce el hecho de que en vísperas de las fiestas de la localidad, solo en el caso de tener acceso a la red social puedes enterarte de que actuaciónes se realizan. Peor es aun si para dicha actuación es necesaria la adquisición de una entrada, unas entradas difíciles de conseguir por ser un acto en que se espera una gran afluencia de público y que se realiza en un lugar de poco aforo. Y muy grave me parece ya que solo si tienes Internet y red social puedas enterarte de que día, a que hora y en que lugar se ponen a la venta dichas entradas.
Si a esto le sumamos la reorganización comunicativa que prioriza la publicación por Internet al papel, y otras actuaciones similares muy ‘modernas’, entiendo que para el actual ayuntamiento, si no tienes Internet y Facebook, no eres ciudadano del pueblo.

Esta muy bien querer parecer moderno, pero aún mejor es serlo.

divendres, 12 d’agost del 2011

La religión.

La religión es el cáncer de cualquier sociedad civilizada. Donde prima la fe, no existe la razón.

Partamos de la siguiente premisa: cualquier individuo puede tener el culto religioso que desee, o carecer de él, siempre que no viole con su práctica ningún derecho universal. Ahora bien, la extensión de esta práctica debería circuncidarse al ámbito privado, al hogar y al interior de sus comunidades. Cualquier demostración publica de culto y fe, viola los derechos de los ajenos a dicho culto.

La sociedad romana, paradigma del derecho, mantenía un culto y templo al dios desconocido, por si acaso dejaban alguno sin ofrenda. Asimismo, aquella sociedad que se extendió por varios milenios hasta la caída de Constantinopla vivió su época de mayor esplendor cuando los diversos cultos personales se reducían al ámbito privado. Con la ascensión al poder del cristianismo y sobretodo el paso del politeísmo permisivo, donde un dios mas o uno menos no hacia mal, al monoteísmo exclusivista, radical y excluyente, empezó el declive de la civilización.

Podíamos citar más casos, el Islam que mantenía alcantarillados y alumbrado publico mientras la cristiandad vivía de la brutalidad y las cruzadas. La conquista española con la imposición por la fuerza del acero de la cruz cristiana. Las actuales miserias de la mayoría de países islámicos, otrora de gran esplendor y ahora bajo el yugo de la fe. El culto al divino emperador en Japón, que finalizo con la mortalidad de Nagasaki o Hiroshima…Donde la religión vive, cae la calidad de vida de los habitantes, y se imponen autoritarismos.

Por que en la base de cualquier religión, más allá de su cuestión de fe, su exclusivismo y su radicalidad, esta la negación de las otras opciones. Y la palabra del dios, que es sagrada, manda convencer o exterminar al enemigo, a los otros credos. Una religión, además, parte de una serie de normas dogmáticas, sin ninguna explicación racional o prueba estadística que las soporte, solo la creencia en unas palabras que pocas veces tienen una causa que no sea en interés de alguien.

Un ejemplo valido de manipulación por objetivos seria la prohibición en el levítico del consumo de marisco por parte de los habitantes de Judea. La explicación racional es que las costas donde se obtiene el marisco están alejadas de Judea, y en aquella época no había cadena del frío para mantener el marisco, así que de este modo se evitaban intoxicaciones mortales. De la misma forma, la religión podía utilizarse para controlar al pueblo, mediante el diezmo, que proporcionaba a los clérigos control sobre los medios de producción.

Otro de los usos habituales de la religión es la del control de la cultura. En la edad media los focos culturales estaban en manos de las ordenes religiosas, la cuales controlaban que conocimientos podía conocer el vulgo y cual no. En poblados de Oceanía la religión es una manera de control social para evitar que salga de una misma rama el control de los medios de producción.

El otro día recordaba una anécdota: en la película ‘Quo vadis’, se produce el romance de un oficial romano con una cristiana. El oficial, practico, acepta la fe de su amada, aunque no la comparta, y le permite seguir con su culto, sus ofendas y sus ritos, en el ámbito privado de su hogar. Le pregunta a la mujer si acepta su proposición de matrimonio, a lo que esta responde que mientras no abrace su fe, su amor será imposible por que dios así lo manda. Un claro ejemplo de permisividad y tolerancia.

La fe nunca movió una montaña, la razón si.