dijous, 3 de juny del 2010

En una semana el mundo se para.

En una semana el mundo se para. Aquí no hay crisis ni leches. Los pobres, seguirán siendo pobres pero se emocionaran con multimillonarios dándole pataditas a un balón cosido por niños explotados. No se hablara de dinero salvo para el sueldo de ‘Mou’ y los nuevos galácticos o canteranos. La reforma laboral entre otras medidas se aprobara sin que Zapatero o Rajoy (tanto monta, monta tanto...) reconozcan que no saben como salir del embrollo en que nos metieron tanto PP como PSOE. Harán el paripé en un debate que nadie seguirá y por supuesto nadie explicara como para crear empleo es necesario poder despedir a la gente de forma mas barata. Se darán lecciones a otros países en transición mientras las cunetas siguen siendo cementerios. Se crearan debates de culpables e inocentes donde solo hay gente que merece un respeto. Justicia lo llamaran unos, revancha otros, pero nadie dirá la verdad una vez más.

Israel seguirá matando por que no son judíos, como buenos nazis con la estrella de David en lugar de la cruz gamada, ante la pasividad sus cómplices americanos y europeos. Fabra seguirá siendo el cacique que es, con el beneplácito de sus 'súbditos'. Camps vestirá igual de bien que su amigo Eclestone, mientras no hay dinero para escuelas ni hospitales, los ‘cinturones’ van aparte. La Pajin y la Sáez de Santa María seguirán con su insoportable levedad sin darse cuenta que no, que su realidad no es la nuestra. Pepinyo Blanco jugara al despiste, como buen gallego sin saber si sube o si baja, si va con empresarios o con trabajadores. Los bancos y las agencias que nos metieron en crisis seguirán marcando el ritmo del juego engañándonos otra vez con las bondades del mercado y con sus multimillonarios sueldos mientras obligan a ajustarse el cinturón al estado y a la gente por culpa del dinero que necesitaron para salvarse. Se culpara del aumento del crimen a los inmigrantes, como si no hubiera ladrones patrios, y los mismos que los trajeron para pagarles nada les señalaran con el dedo. La gente seguirá pagando los impuestos del tabaco mientras les prohíben fumar hasta en su casa, pero no comprar tabaco.

Después llegara el verano, el calor y las vacaciones, y aquí pagaran el pato los de siempre, pero no pasara nada, mientras un crío inculto y malcriado meta el balón entre los tres palos y yo pueda verlo con una cerveza en la mano y el agua del mar por la cintura mientras algunos niñatos demuestran su hombría mareando a un herbívoro y una señora cuyo único merito en su vida fue que un torero se le corriera dentro sea la voz del pueblo…

Una vez realizada esta reflexión, me voy a ver el futbol, si no puedes vencerles, únete. Beeeeeeeeeeeeeee ovejitas.