dimarts, 20 de novembre del 2012

Aceptación.


Sin duda, el dolor era acuciante a esa hora de la madrugada. No había palabras que osaran describir las sensaciones que embargaban su alma al contemplar la brillante pantalla del móvil. Hacia solo un momento que aparecía conectada mientras sin duda enviaba o recibía algún mensaje de alguno de sus contactos. De eso hacia ya varios segundos y no le había contestado. Las dudas que siempre podía ocultar con una palabra amable de ella o tras una de sus largas charlas no tenían ningún freno aquella noche. La furia que crecía en su interior mientras se alimentaba por la incomprensión a su silencio aparecía desbocada después de un mal día y una peor sensación de vació, de soledad, de tristeza. ¿No era bastante importante para ella? ¿Era todo simplemente un juego para la más perfecta obra de la creación jamas conocida? ¿Todo era mentira? Quizás todo fuera un producto de su imaginación. ¿No merecía su confianza? No tenia motivos para dudar. Pero en el fondo, todos somos humanos y por lo tanto imperfectos.

La incertidumbre era demasiado poderosa y se apoderaba de él con cada segundo que pasaba. Decidido redactó un mensaje lleno de rencor y pulso enviar. Repitió la operación una vez, dos veces, mil veces de manera compulsiva. La noche se precipito en día y el rencor triunfó sobre la razón. El odio se abrió paso. Agotado durmió plácidamente hasta que despertó aparentemente satisfecho con su obra, con su destrucción.  La liberación que sintió solo duró un instante y mientras el placebo químico liberado en su mente le otorgaba una falsa sensación de bienestar, de placer, la duda de nuevo se abrió camino en su mente. ¿Y si finalmente era él quien se había equivocado? ¿Que podía hacer para remediarlo? Necesitaba reflexionar.

Pero la reflexión llegó tarde. El daño estaba echo ya y el mensaje había calado. Todo había terminado para él. Había perdido el paraíso para siempre. No había perdón a su culpa. Había perdido la razón.

dimarts, 13 de novembre del 2012

¡Huelga!


Una huelga no nos sacara de la crisis, pero al menos es más practico que la pasividad: ¿ saldréis de pobres por trabajar mañana? sin embargo, si podéis protestar por que la medicina pública la están enviando a niveles tercermundistas; la educación pública va peor que nunca, a niveles franquistas; vuestros futuros clientes deberán tener dinero para poder abrir causas, gracias a este gobierno;... la lista es demasiado larga.

En verdad ¿simplemente vais a agachar la cabeza? ya se que los sindicalistas forman parte del problema, pero ¿vais a darles la razón? la última vez que una sociedad avanzada se quedó de brazos cruzados ante una crisis de este calado, acabamos en una Guerra Mundial...pensad si es eso lo que queréis para vuestro futuro, por que seréis cómplices de lo que vendrá después. Ademas, no es de buen español ir a trabajar un día que tienes excusa, como diría el infumable Wert.

No voy a ser yo el que rompa una lanza a favor de los sindicatos, que son una muestra más del conformismo general de la sociedad cuando adquieren cierto poder, pero repito mi argumento inicial: que las herramientas funcionen mal no quiere decir que la causa no sea justa. Solo demostrando con fuerza en la calle la oposición a las políticas actuales, defendidas tanto por PP como por amplios sectores conservadores del PSOE (negarlo seria cerrar los ojos a la realidad) se puede lograr algo. Un cambio que no será fácil  pero no hacer nada si que no logrará nada.

Nadie escuchará el grito pidiendo ayuda desde el domicilio, la oficina, el aula o la fabrica cuando os llegue a vosotros la marea del desmantelamiento del estado del bienestar del que todos nosotros hemos sido beneficiarios. Es nuestra responsabilidad para con nuestros antepasados y nuestros futuros descendientes y sobretodo para nosotros mismos.

Mañana se lucha por nuestro futuro, por no olvidar nuestro pasado y por ganar nuestro presente. Un día de huelga puede no parecer mucho, pero es una forma de manifestar nuestra oposición a las medidas que están tomando nuestros gobernantes.

Quizás no sirva para cambiar las cosas, seguro que por hacer huelga no salimos de la crisis, pero con la pasividad ante la injusticia, la contemplación de los recortes y siendo egoístas ante nuestra buena situación aún conseguiremos menos.

Todos juntos podemos empezar a cambiar las cosas, no será un camino fácil, pero hay que dar el primer paso.

¡Mañana yo paro! hay que mojarse (la previsión para Castellón da lluvia).