divendres, 15 de juny del 2012

Estar preparado.




“Estar preparado es importante, saber esperar lo es aún más, pero aprovechar el momento adecuado es la clave de la vida.”


El dramaturgo austriaco Arthur Schnitzler dejó esta reflexión sobre la cual formulamos la siguiente pregunta, ¿Qué es estar preparado?


En verdad es inherente a la conciencia humana el nunca sentirse preparado. Solo los locos nunca dudan y carecen de temor. Y aunque algunas veces esto se vista de valentía, es cierto que los cementerios están llenos de valientes. El ser humano realista, y con un punto de razón elevado, nunca se sentirá preparado para acometer una empresa desconocida, nunca antes vivida.


Es aquí donde radica realmente el quid de la cuestión, ¿para que debemos prepararnos? Para existir y sentir, para ser. Naturalmente, no debemos prepararnos para algo conocido o ya vivido, eso ya sabemos como es. Tampoco debemos sentirnos preparados para algo que no va a suceder, pues es difícil que suceda. Entonces, ¿cual es el motivo para el cual debemos estar preparados? Simplemente debemos estar preparados para vivir nuestra existencia.


¿Y que es vivir? Desde luego la vida no es un placido camino de miel y dulces, eso solo es un engaño para los bobos. Sin lugar a dudas, una gran parte de vivir consiste en descubrir las cosas ocultas, desconocidas, algunas agradables y algunas desagradables, eso es inevitable. Dentro de las primeras, además encontraremos las cosas por las que valga la pena vivir. La mayoría de las personas afirmarán que cada momento agradable que descubramos vale por mil de los desagradables, y que cada momento excelso que vivamos, justificará nuestra existencia.


Lo único cierto es que el solo pasamos una vez por la vida. Que cada paso dado no puede desandarse, pero de nosotros depende seguir la senda que queremos, o la que nos imponen. Nunca podemos bañarnos dos veces en el mismo rio, y nunca dos momentos, personas o situaciones serán iguales. De nosotros depende saber vivirlo cuando toca y como toca, a su debido tiempo. Debemos aprovechar el momento.


“La vida no es un problema para ser resuelto, es un misterio para ser vivido.”

dimarts, 12 de juny del 2012

El riesgo de vivir.



"Nunca emprenderíamos nada si quisiéramos asegurar por anticipado el éxito de nuestra empresa."


Cobra hoy esta afirmación más sentido que nunca tal y como están las cosas. En una sociedad donde las masas buscan la comodidad que se alcanzó después de no pocas batallas, y todos quieren pertenecer a la llamada clase media alta como mínimo, estaría bien recordar esta frase. La pronuncio Napoleón Bonaparte, emperador de los franceses. Un hombre que teniéndolo todo en contra, acabó fundando un imperio y siendo recordado eternamente.


Pero nadie le aseguro ni su futuro, ni su comida ni tan siquiera un lecho donde dormir cuando empezó su empresa. Ni siquiera le aseguraron el éxito. Simplemente lo hizo por que tenía que hacerlo. De la misma forma que nadie aseguró el éxito a Alejandro Magno, a Aníbal Barca, a Leonardo da Vinci, a Cristóbal Colon,… o a tantos otros hombres y mujeres que, por azar o por esfuerzo, consiguieron algo notable en sus vidas. Algo diferente.


Tienen razón aquellos que digan que estos fueron hombres y mujeres ejemplares, únicos. Grandes lideres o científicos, hombres del renacimiento…pero el principio es el mismo para todos. Para cada hombre o mujer del mundo, él es el más grande que vivirá su vida, por que es el único que podrá vivirla. Las normas son las mismas en las alturas y a ras del suelo.


Por qué si quieres conseguir mejorar, salir de los límites impuestos por tu entorno y conseguir algo nuevo, diferente, debes arriesgar. Nadie te culpará si continúas el camino marcado por la mayoría, ese que es más fácil. Todos te señalaran con el dedo si en cambio, lo intentas y fracasas. ¿Vale la pena el riesgo? Es cierto que es un camino difícil, lleno de problemas y que es muy seguro que no puedas alcanzar el triunfo, pero si tienes esa inquietud, si piensas que es lo correcto, si lo sientes así, seria traicionarte a ti mismo no intentarlo.


En un mundo como el actual, no necesitamos gente que continúe la obra de otros, valiéndose de lo que trabajaron o investigaron antes. Necesitamos farmacéuticos que generen nuevas medicinas, no que tengas farmacias. Ingenieros que generen nuevos modelos de construcciones, no que construyan bloques de pisos. Necesitamos historiadores que nos den nuevas explicaciones más cercanas a la verdad, no las mismas de siempre con vestido nuevo. Necesitamos nuevas ideas, como cada hombre necesita por la noche nuevos sueños, y como el amanecer trae nuevos días a nuestras vidas.


Napoleón Bonaparte dijo muchas frases celebres en su vida, pero la siguiente me parece la más acertada para cerrar esta defensa de correr el riesgo de vivir:


"La confianza es la mitad del triunfo"


Confiemos pues en nuestros sueños y anhelos.