diumenge, 17 de març del 2013

17-03-1982


Agradezco las felicitaciones que llegarán y comprendo las que jamás se entonarán, pero la verdad es que:

Odio mi cumpleaños.

Nunca ha traído nada bueno.

Jamás ha pasado algo agradable.

Siempre ha sido un día triste.

Hace un año sin embargo, alguien sin querer quererlo cambió esta sensación: vino a verme, entonó el cumpleaños feliz, bailo conmigo, me ofreció tres deseos y pude acompañarla la noche siguiente, donde y como ella quiso. La vi casi todo el día y fui feliz por primera vez en mucho tiempo. Diría que por primera vez, amé.

Repetir cualquiera de estas cosas es a día de hoy imposible. No hay voluntad, ni interés, ni quiere querer. Parece ser que nada queda si hubo, ni quizás lo dejamos haber. No tengo ganas de más. Nacer solo es empezar una carrera que terminará con la muerte. Por si está mirando, que sepa quien se llevó mi sonrisa. Ella si querrá verme algún día. Si no voy a poder querer a quien quiero, prefiero la inmensidad de la nada. En la vida conocí mujer igual a...si no va a ser en esta perra vida, quizás fuera en la próxima.

"El amor y el odio no son ciegos, sino que están cegados por el fuego que llevan dentro."

Un año después te doy las gracias. Ahora es un día más triste todavía. Con tu recuerdo, puedo con más fuerza, odiar mi cumpleaños.

Todo es correcto al fin.